Colaboró con Estébanez Calderón en la revista Cartas Españolas. En 1835, comenzó a dirigir el Diario de Avisos de Madrid. Entre 1845 y 1850 fue concejal del Ayuntamiento de Madrid, donde presentó un proyecto de remodelación de la ciudad.

Ingresó en la Real Academia en 1838 y, a lo largo de su vida, evolucionó de un liberalismo inicial a posturas conservadoras, como se refleja en sus Memorias de un setentón. Fue cronista oficial desde 1864, pero su creación más importante fue Escenas matritenses, donde refleja la sociedad madrileña de la época.

Falleció el 30 de abril de 1882 en Madrid.

En 1830, se trasladó a Madrid y comenzó a colaborar en el Correo Literario y Mercantil bajo el seudónimo de "El Solitario". Sus artículos fueron recogidos en la obra Escenas andaluzas (1847), donde muestra paisajes y costumbres andaluzas desde una perspectiva humorística.

Junto a Ramón Mesonero Romanos, fundó en 1831 la revista Cartas Españolas, donde publicó poesía y bocetos costumbristas, consolidando una valiosa colaboración literaria. Además, desempeñó varios roles en el gobierno y el ejército, participando en la Primera Guerra Carlista.

En enero de 1839 se casó con la malagueña Matilde Livermore y Salas, quien inspiró su poesía amorosa posterior y con quien tuvo a su hijo Serafín. Gracias a Matilde, conoció al famoso financiero José de Salamanca y consiguió ser diputado de las Cortes en varias legislaturas. Además de su exitosa carrera política, ocupó numerosos cargos, incluyendo el de ministro, senador o consejero de Estado. Falleció el 5 de febrero de 1867.

Los cuadros de costumbres

El cuadro de costumbres es un artículo en prosa que describe tipos populares, actitudes, comportamientos, valores, costumbres y hábitos comunes de una profesión, región o clase.

Esta descripción, a menudo satírica o nostálgica, puede incluir un breve pretexto narrativo y aborda los ambientes, costumbres, vestimentas, festividades y personajes representativos de una sociedad específica del siglo XIX.

El relato costumbrista no se fijaba en el carácter individual sino en los rasgos colectivos, los ritos y hábitos sociales, la vestimenta, la vida ciudadana, la política o la administración.

En definitiva, un cuadro costumbrista es una descripción realista y breve de costumbres, tipos, oficios, etc. que reflejan el ambiente de una región, como Andalucía o Madrid (en el caso de Mesonero Romanos y Estébanez Calderón).

Larra añadió a estas descripciones personajes, acción y diálogo, de forma que muchos de sus artículos se aproximan al cuento. Además, adopta una actitud crítica y la intención de modificar determinadas costumbres anticuadas. Por ello, pueden ser considerados ensayos.