Mariano José de Larra fue un famoso escritor costumbrista, periodista, critico satírico y político español. Fundó una serie de periódicos y se hizo famoso firmando sus artículos bajo el seudónimo de Fígaro. Publicó más de 200 artículos, impulsando así el desarrollo del género ensayístico.
El padre de Larra fue médico en el ejército josefino durante la guerra de la Independencia, por lo que tuvieron que abandonar el país siguiendo al rey José I Bonaparte y exiliarse en Burdeos primero y en París más tarde. Volvieron a España en 1818 gracias a la amnistía decretada por Fernando VII. Se instalaron en Madrid, pero en 1824 Larra se fue a la universidad de Valladolid.
A partir de 1828, escribió ensayos que criticaban la sociedad, y formó parte del grupo tertuliano «El Parnasillo».
En 1829 se casó con Josefa Wetoret Velasco y, aunque tuvieron tres hijos, su matrimonio fue desgraciado y acabó en separación pocos años después.
En 1835 viajó a Lisboa, Londres, Bruselas y París. Aquí estuvo varios meses y conoció a Víctor Hugo y Alexandre Dumas. Cuando volvió a Madrid, trabajó para el periódico El Español y escribió sobre política. En este tiempo, envió un artículo que el periódico no quiso publicar. Entonces Larra protestó por la censura del Gobierno y, para acabar con la polémica, le nombraron diputado (cargo que nunca ejerció). Este fracaso, junto con la separación de su amante Dolores Armijo, lo sumió en una profunda depresión que plasmó en sus últimos artículos.
La noche del 13 de febrero de 1837, Dolores lo visitó en su casa y puso fin a su relación. En cuanto se fue, Larra se suicidó con un disparo, desesperado y frustrado por no poder cambiar su situación personal ni la de su país. Su entierro, dos días después, fue multitudinario y acudieron grandes escritores.
Escribió una obra de teatro (Macías) y una novela histórica (El doncel de don Enrique el doliente), pero su auténtica vocación fue el periodismo y, en concreto, los artículos de costumbres. Los usaba como instrumento crítico, para reformar la retrasada sociedad que le tocó vivir. Por eso denunció la censura, la pena de muerte, el absolutismo y todos los vicios y atrasos de la España del siglo XIX.
Características de su poesía:
Sátira: critica defectos y vicios de la sociedad española, poniéndola en ridículo.
Ironía: en sus escritos está presente la burla fina y disimulada.
Crítica al atraso del país y su política: nunca estaba de acuerdo con los que estaban en el poder.
Lenguaje claro y directo.
Lucha constante contra la censura: la libertad era limitada en la época, pero se las ingeniaba para mostrar sus ideas.