El Realismo fue un movimiento artístico que surgió en Francia (Émile Zola) a finales del siglo XIX en oposición al Romanticismo. Intentaba representar la realidad en el arte de la forma más fiel posible.
El Realismo fue un movimiento artístico que surgió en Francia (Émile Zola) a finales del siglo XIX en oposición al Romanticismo. Intentaba representar la realidad en el arte de la forma más fiel posible.
Contexto histórico:
Revolución de 1868 (La Gloriosa): supuso el destronamiento y exilio de la reina Isabel II y el comienzo del Sexenio Democrático (1868-1874)
Restauración (1875): la Constitución de 1876 permitió una estabilidad institucional y la construcción de un modelo liberal del Estado.
Pérdida de las últimas colonias en América (1898): no hubo consecuencias políticas inmediatas, pero se asentó el pesimismo general sobre España y su fracaso como nación.
Características:
Temas propios de la nueva sociedad burguesa: el militarismo, las guerras carlistas, la industrialización, las desigualdades sociales, etc. (expresan el conflicto entre el individuo, un ser inadaptado, y la sociedad, que lo acaba derrotando). Otros temas recurrentes son el amor y sus problemas, el matrimonio y el adulterio, la familia y el sentimiento religioso.
Importancia de lugares urbanos y rurales.
Personajes de diferentes peldaños de la escala social (sobre todo burgueses) que representan a un grupo.
Descripción minuciosa de ambientes y personajes.
La novela realista
La novela es el subgénero literario que destaca del Realismo. Presenta las siguientes características:
Verosimilitud: la trama del relato, la trama del relato, el ambiente, los personajes y el lenguaje deben resultar reales, creíbles.
Observación objetiva: el escritor no tiene que acudir a la fantasía, sino que debe limitarse a hacer un estudio directo y al natural de la realidad que quiere reflejar: un documento fotográfico.
El tiempo en el que se desarrolla la acción es el de la sociedad contemporánea y la narración suele respetar una temporalidad cronológica.
Técnica minuciosa y detallista en la descripción de ambientes y personajes: aspecto físico, estudio psicológico, antecedentes biográficos, lenguaje, vestuario, contexto, mobiliario...
Narrador omnisciente que ofrece al lector información de los pensamientos y sentimientos más íntimos de los personajes.
Temas: relaciones amorosas conflictivas, el adulterio, el conflicto entre tradición y progreso, el anticlericalismo...
Estilo: lenguaje sencillo y referencial en el narrador; coloquial y dialectal en los diálogos de los personajes.
Intención del autor: muchas novelas realistas se denominan «de tesis», porque en ellas se defienden determinadas posturas ideológicas: algunos autores añoran la España tradicional y conservadora; otros defienden el liberalismo y el progreso.
Autores y obras principales
Benito Pérez Galdós (Misericordia, Miau, Fortunata y Jacinta)
Leopoldo Alas “Clarín” (La Regenta)
Emilia Pardo Bazán (Los pazos de Ulloa, Insolación)
Iba el jinete colorado, no como un pimiento, sino como una fresa, encendimiento propio de personas linfáticas. Por ser joven y de miembros delicados, y por no tener pelo de barba, pareciera un niño, a no desmentir la presunción sus trazas sacerdotales. Aunque cubierto de amarillo polvo que levantaba el trote del jaco, bien se advertía que el traje del mozo era de paño negro liso, cortado con la flojedad y poca gracia que distingue a las prendas de ropa de seglar vestidas por clérigos. Los guantes, despellejados ya por la tosca brida, eran asimismo negros y nuevecitos, igual que el hongo, que llevaba calado hasta las cejas, por temor a que los zarandeos de la trotada se lo hiciesen saltar al suelo, que sería el mayor compromiso del mundo. Bajo el cuello del desairado levitín asomaba un dedo de alzacuello, bordado de cuentas de abalorio. Demostraba el jinete escasa maestría hípica: inclinado sobre el arzón, con las piernas encogidas y a dos dedos de salir despedido por las orejas, leíase en su rostro tanto miedo al cuartago como si fuese algún corcel indómito rebosando fiereza y bríos.
La novela naturalista
La mayoría de los artistas y escritores de esta época se limitaron a dar un testimonio fiel de la sociedad y convirtieron sus obras en auténticos documentos fotográficos de la realidad. Pero otros (los naturalistas) fueron más lejos porque, además de observar objetivamente el comportamiento del hombre y de la sociedad, intentaron explicarlo con las teorías científicas del siglo XIX: las leyes de la herencia biológica y la selección natural de las especies.
El Naturalismo fue, por tanto, un movimiento literario derivado del Realismo (ideas realistas llevadas al extremo). Los naturalistas imitaron el método científico para elaborar sus obras: observaban la realidad, se documentaban rigurosamente y experimentaban con sus personajes. Para estos escritores, la novela era una rama de las ciencias naturales.
Ideológicamente, el Naturalismo va asociado a una concepción pesimista del hombre y de la vida, dado que explica la conducta humana a partir de teorías biológicas deterministas (la conducta humana está condicionada por las leyes de la herencia y el ambiente).
Características de la novela naturalista:
Gran extensión y escasa acción.
Descripciones objetivas y minuciosas.
Preferencia por el personaje colectivo y los trabajos duros: la mina o la fábrica.
Personajes individuales con malformaciones físicas y problemas psíquicos.
Léxico científico en el narrador; y palabras de diferentes jergas, dialectos, lenguaje popular y coloquial en los personajes.