Enrique Gil y Carrasco nació en el seno de una familia acomodada, católica y tradicional el 15 de julio de 1815, en la provincia de León.
Es recordado fundamentalmente por la novela romántica historicista El señor de Bembibre (1843) obra maestra de la prosa romántica de ficción española, que sigue el modelo de Walter Scott.
Su padre, Juan Gil, era el administrador de las fincas del marqués de Villafranca. La desamortización llevó a la venta de monasterios, tierras y propiedades eclesiásticas, beneficiando al marqués. Juan Gil compró una casa y un prado. Cuando el marqués murió, en 1821, un inspector de Hacienda descubrió la estafa de Juan Gil a los marqueses por el valor de 20.144 reales. Le quitaron el cargo de administrador y le obligaron a devolver el dinero a la marquesa. Tras esto, la familia de Enrique Gil se fue a Ponferrada. Enrique nunca perdonó a su padre ni asistió a su funeral en 1837.
Estudió Leyes en la Universidad de Valladolid, aunque dejó la universidad cerca de dos meses para luchar en la guerra carlista en 1835.
Espronceda era muy amigo de Enrique e incluso le ayudó a conseguir un puesto de ayudante en la Biblioteca Nacional en 1840. Cuando Espronceda murió en 1842, le dedicó el poema A Espronceda. Después, murieron otros amigos y familiares, sucesos que le deprimieron mucho.
Fue nombrado secretario de la legación en Prusia en 1844, por lo que abandonó su puesto en la biblioteca. Dedicaba seis horas al día a aprender alemán, lengua que al final dominaba, al igual que el francés y el inglés. En mayo viajó por Europa durante cuatro meses antes de llegar a Berlín. En su paso por Francia, escribió un Diario donde revelaba sus gustos literarios: Fray Luis de León, Byron, Schiller y Goethe.
En Berlín, se hizo amigo de Alexander von Humboldt y conoció al Príncipe Carlos y a su esposa, a quien enseñó español. En el verano de 1845, la tuberculosis de Enrique se agravó. Regaló ejemplares de su novela histórica El Señor de Bembibre, terminada en 1843, a Humboldt y al rey, quien le ofreció la medalla de oro de las artes y las letras. Sin embargo, su salud se deterioró rápidamente y falleció el 22 de febrero de 1846, dejando a su familia en la pobreza.
Características de su poesía:
Enrique Gil y Carrasco compuso treinta y dos poemas en los que expresaba sentimientos íntimos, melancolía y preocupación por la muerte. Un elemento importante de sus poemas es la frecuente aparición de elementos naturales. También escribió artículos de viajes y costumbres, como El Segador, que hablaba de la crisis económica de Galicia. Respecto a la crítica literaria, hizo treinta y ocho artículos hablando sobre otros poetas y escritores, y también contribuyó a la crítica teatral.
El señor de Bembibre
Su obra más destacada es la novela histórica El Señor de Bembibre, que aprovecha el hilo argumental romántico para tratar diversos temas como el relevo generacional, la relación entre padres e hijos y la lucha por el poder y el desamor.
Esta novela refleja perfectamente las características literarias del Romanticismo:
Ambientación en el siglo XIV. Su contexto histórico es oscuro y narra tiempos de guerra y tristeza.
Su argumento gira en torno al amor de dos jóvenes (Beatriz y Álvaro): Beatriz, hija de don Alonso Osorio, mantiene un romance con don Álvaro Yáñez, señor de Bembibre. El Conde de Lemos, enemigo de los templarios, apoyado por el padre de Beatriz, interrumpe su compromiso. Al enterarse de la supuesta muerte de don Álvaro, y por la insistencia de sus padres, Beatriz acepta casarse con el Conde. Sin embargo, el conde de Lemos muere y se descubre que don Álvaro está vivo y se ha unido a la Orden del Temple. Los amantes se reencuentran y consiguen casarse pero, antes de iniciar su vida juntos, Beatriz muere.
Refleja una profunda desesperación y frustración al no ser posible el amor entre los jóvenes: primero por el Conde de Lemos y después por la trágica muerte de la protagonista.
Tiene un desenlace sumamente trágico.