Desde 1975
Poesía
Con el final de la dictadura, aparece una nueva poesía que encuentra sus orígenes en la Generación del 27.
En este periodo que llega hasta nuestros días no hay ninguna tendencia que se haya impuesto a las demás, aunque sí se aprecia el interés por la realidad cotidiana, íntima y personal con un tono reflexivo y casi coloquial.
Una tendencia de gran repercusión es la poesía de la experiencia, que sitúa el texto en un espacio y tiempo concretos y busca un público más amplio, lo cual la aleja del elitismo de los novísimos. Trata temas como los hechos cotidianos y la realidad urbana o la preocupación por el paso del tiempo.
Junto a estos autores, también destacan cantautores y compositores de obras pensadas para ser cantadas.
Narrativa
Desde 1975 hasta hoy, la novela es el género que despierta más atención del público y la crítica.
Hay gran diversidad de tendencias y de autores. Casi todos tienden a recuperar el interés por el argumento y el placer por contar una historia. Prefieren el orden cronológico lineal, el lenguaje natural, la ambientación en un espacio urbano y el protagonista individual.
Algunas de las tendencias principales son: la novela histórica, la de aventuras, la novela de la memoria y el testimonio, la policíaca y de intriga y la novela de reflexión intimista.
Hay que tener en cuenta que durante esta época democrática coexisten escritores de las décadas anteriores (Cela, Miguel Delibes, Ana María Matute, Carmen Martín Gaite...) con una promoción de nuevos novelistas, entre los que cabe citar a Eduardo Mendoza (La verdad sobre el caso Savolta), Javier Marías, Arturo Pérez Reverte o Almudena Grandes.
Teatro
Desde 1975 hasta nuestros días varios grupos independientes se convirtieron en compañías estables, pero poco a poco fueron desapareciendo (con alguna excepción).
Predomina en general, como sucede en la poesía y la narrativa, la línea realista, en la que se incluyen autores consagrados como Antonio Buero Vallejo, dramaturgos de comedia burguesa con gran éxito comercial y nuevos autores que intentan una renovación formal como José Sanchís Sinisterra (¡Ay, Carmela!) o se acercan a problemas sociales del momento (paro, droga, violencia, marginación social), como José Luis Alonso de Santos (Bajarse al moro).